Queridos feligreses: Me dirijo a vosotros en estos días llenos de amor y cariño en que celebramos la fiesta de nuestra patrona la Virgen de la Zarza, para agradeceros a todos el cariño y el afecto que me habéis mostrado en estos 6 años que el Señor me ha concedido estar entre vosotros como administrador de sus misterios.
He acompañado a algunos en sus primeros pasos en la fe, a otros a terminar su peregrinación por este mundo en el ultimo viaje hacia la casa del Padre. A todos he intentado mostrar el rostro misericordioso y lleno de amor de un Dios que se nos ha revelado en Jesucristo, el Señor, nacido de María, Virgen.
Que estos días de fiesta sirvan para acrecentar nuestra unión con los demás y afianzarnos en la fe y en el amor que nos mantiene vivos. Os pido disculpas por las veces en las que quizá no he estado a la altura de lo que se esperaba de mi. La perfección sólo se alcanza en el cielo. Nunca olvidéis que los curas seguimos siendo cristianos con vosotros con nuestros defectos y debilidades. Acoged al nuevo párroco D. José Antonio, con el mismo cariño que os caracteriza y miradlo siempre como aquel que viene en nombre del Señor.
Seguid rezando por mi para que sea fiel a la voluntad del Señor allí donde El lo disponga. Yo seguiré rezando por vosotros para que nos mantengamos siempre fieles a la fe de la Iglesia que hemos recibido a través de nuestros mayores y que nos asegura que viviendo en fraternidad aquí en la tierra unidos al Señor, participaremos un día de la felicidad eterna que Dios nos tiene reservada a todos.
Felices Fiestas. Con mi bendición para todos, --
t FRANCISCO GABALDÓN ÁLVAREZ
1 comentario:
D. Francisco me gustaría escribirle unas palabras de despedida al igual que ha hecho ussted utilizando esta estupenda página que tenemos a nuestra disposición y en la cual todos podemos colaborar y aunque la distancia nos separe es como si estuviéramos cerca.
Pues bien, yo quiero decirle que me quedo con lo positivo de las personas y usted como sacerdote, me ha sabido transmitir la Palabra de Dios de una manera actual y clara; nos hablaba en sus sermones de la época de Jesús, aplicada al aquí y ahora, con un vocabulario sencillo, su dicción es perfecta y todos lo entendíamos bien.
Hasta siempre.
Que Dios lo Bendiga.
Alicia Segura
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