1 de enero de 2012

Mis recuerdos


Hoy hace treinta y ocho años que fui por primera vez a Lagunaseca. Tengo tan gratos recuerdos de aquel viaje, que por cierto era nuestro viaje de bodas.

Después de pasar por Zaragoza, Teruel y Cuenca, fuimos al pueblo para conocer a la familia y yo viese por primera vez la tierra donde nació mi marido.
Llegamos, justo a la matanza del “gorrino” en casa de mis cuñados Paco y Gonzala, para mi fueron unos días inolvidables, yo una chica de capital, empecé a valorar la vida de comunidad de los pequeños pueblos de montaña, y en tiempos de frío lo dura que resultaban las tareas cotidianas, sobre todo de las mujeres, acarrear el agua, lavar en aquellos lavaderos con el agua helada atender los animales de corral, criar unos hijos y atender al marido, padres de edad avanzada…….. Y todo sin ninguna comodidad de las que tenemos ahora, que si se estropea un electrodoméstico, nos ponemos de los nervios, no digamos si cortan el servicio de agua o de luz.
Eso si, lo que peor llevaba en mis visitas a Lagunaseca, era la falta de un simple vater, lo que se reían de mi cuando tenia mis necesidades fisiológicas, que engorro, ellos estaban acostumbrados a salir por las orillas, menos mal que mi querida Gonzala me acompañaba a la cuadra, yo tenia miedo de el mulo y los perros. Que bien se lo pasaron riéndose de mí y tomándome el pelo, con sus bromas, pero al mismo tiempo desde el primer momento me di cuenta que había ganado una larga y gran familia.
Llegamos a la matanza como he dicho se ayudaban todos y los días que duraba dicha matanza, se trabajaban codo con codo
Querían ver mi reacción, y me dijeron, venga muchacha vete con ellas a lavar las tripas a la fuente, ufff, pensé, que frío pero no me achique y allí que fui. Lo de hacer chorizos y morcillas, eso me gusto mucho y entre bromas lo pasamos bien.
Después a la hora de comer también estaban pendientes de mi, yo había dicho que nunca había comido todos en la misma sartén, pero lo encontré todo muy bueno, las gachas de harina de almortas son mi debilidad y comí muchísimo, ante su asombro, claro no sabían ellos que soy un todo terreno y me adapto enseguida a las costumbres de allí donde voy.
Éramos la mayoría tan jóvenes, Gonzala, Petra, Isabel, Boni……..Paco, Manuel, Justo, Toribio, Benito……, seguro que éramos mas, pero, hace tanto tiempo….
Recuerdo que para llamar por teléfono había que ir a donde Antonio y Leonor, ellos tenían tienda y bar, y allí se juntaban los hombres para hacer la partida de cartas.
Cuanta gente de entonces falta, y cuanta gente nueva ha ido viniendo, pero solo de vacaciones.

Desde aquí en este año que empieza quiero recordar a todas esas personas tan queridas que poco a poco nos han ido dejando.

La imagen pertenece a Internet


1 comentario:

Anónimo dijo...

Nostalgia, dulce nostalgia ¡qué recuerdos y que entrañable era todo!
Ahora nos invade el consumismo, el materialismo, atrás quedan los valores como el de la familia, somos esclavos de casi todo y adoramos a muchos dioses.
En fin tendremos que adaptarnos ea los nuevos tiempos, porque la vida sigue a pesar de todo.

Un abrazo.
MCM

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