15 de diciembre de 2009

A UNA PALOMA QUE LE GUSTARIA VOLAR




Me cuesta ¡cuánto me cuesta!
Y llevo años intentando aceptar,
Que no eres aquella niña,
Que conmigo siempre quería estar.

Pasa el tiempo y no me acostumbro,
No me acostumbro o no me quiero acostumbrar,
Que como un pájaro vuela del nido,
Así de mi vida tú quieres volar.

Cuánto dolor me produce tu rechazo,
Cuánto dolor invade mi alma,
Voy perdida, no siento el lazo,
Este desasosiego me quita la calma.

Tú eres el amor de mi vida,
Sin ti no concibo mi existencia,
¿Qué puedo hacer para rescatarte de esa nube vacía?
¿Qué puedo hacer? Porque sin ti moriría.

Autora: Valentina


Está firmada con seudónimo.Me la ha enviado una persona del pueblo.
El retrato es de J.Manuel Merello www.merello.com

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias por ponerla, fue inspirada en un tiempo de mucho dolor.
Un beso. Valentina

Anónimo dijo...

Es una poesía muy bonita, el dibujo también, gracias por compartir la creatividad que llevas dentro con nosotros Valenti na, te animo a que sigas escribiendo, lo haces muy bien.
Gracias.
Alicia

carlota dijo...

PUes sí, muy bien escrita.
Cuánto nos hacen sufrir los hijos, o eso me ha parecido. Creo que ese sentimiento podríamos firmarlo todos en algún momento de nuestra vida.
Un beso a la autora y a la promotara del blog

Anónimo dijo...

Valentina, te escribo este proverbio persa,
la paciencia es un árbol de raíz amarga, pero de frutos muy dulces.

Otra frase muy significativa:
Hemos aprendido a volar como los pájaros, a nadar como los peces, pero no hemos aprendido el arte de vivir juntos, como hermanos.

Mi pseudónimo es Aarón

Anónimo dijo...

A través del Blog de Josefina quiero contestar a Aarón que al parecer sigue este blog.
Ante todo darte las gracias por hacer los comentarios que son muy constructivos, y como tú dices de la paciencia, si, la paciencia es lo que a muchos nos falta empezando por mí que lo quiero todo para "ayer" pero espero algún día saborear esos frutos dulces o almenos que no sean muy amargos.

Y en el comentario de volar, la verdad es que si,cenac todos intentamos aprender a volar pero en el saber volar entra también el arte de aprender a vivir como hermanos, porque siempre se vuela con alguien o hacia algo y al otro lado siempre hay "alguien".

Saludos Aarón y Feliz Navidad

Valentina

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