Después de arreglar todo lo de la matanza llego la hora de degustar Las viandas que los más entendidos en los fogones habían preparado con mucho mimo, creo que todo quedó buenísimo y que dieron los comensales su aprobación (eso me contaron)
siempre en este estupendo pueblo hay voluntarios para todo.
Ellas el fregado en la fuente, la verdad son duras pues el agua estaba fresquita.
Los chorizos y morcillas, quedaron colgados para que se sequen antes de hacer el frito.
Se terminó con una tarde de esparcimiento y buen rollo entre todos.
En Lagunaseca se pasan ratos estupendos .
¡¡Seguirá!!
