Hoy me siento ante mi portátil y con el calor de la estufa para poneos esta entrada.
Es un trabajo muy laborioso y se precisa cierta destreza, las ovejas parecen unos animales mansos pero con un empujón te pueden tirar al suelo, son tozudas y cuesta subirlas al camión.
Algunos camiones están muy bien preparados van cargando las ovejas y con un elevador van subiendo hasta cuatro departamentos.
Después de tan ardua tarea, llega un buen refrigerio y cambios de impresiones de como se ha desarrollado dicho cargue, es un rato muy relajante y a mi me gusta estar presente no tan solo para hacer fotos, también me gustan esas conversaciones con un buen humor a veces socarrón y divertido.
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Os dejo unas fotos del pueblo y sus alrededores.
Que pena que no hubiese llovido un mes antes pues la temporada de setas habría sido expectacular, bueno no nos quejaremos, algunos hongos hemos podido probar.
Se nota también el otoño tan atípico que hemos tenido pues las flores aun da gusto ver como adornan los rincones de nuestro pueblo.
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