Es extraordinario verlos tan felices y libres.
Me gustan un montón los niños, disfruto cuando los veo tan entretenidos con sus correrías. Recuerdo mi niñez en Huesca, eran tiempos en los que al salir del colegio, la merienda y a la calle, han pasado tantos años......
Las yayas pasamos de vez en cuando a charlar un poco con ellos, son tan ocurrentes...
Y yo recordando a mi querido nieto Pau al otro lado del atlántico, en las costas del Océano Pacifico disfrutando de sus maravillosas playas.
1 comentario:
Que sería de los niños sin sus yayas...? Son lo mejor.
Un abrazo.
MCM
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