Cuantos recuerdos me trajo el programa que emitieron ayer por la tele,
yo fui una de las personas que emigre en los años 60 a Alemania.
Debo de reconocer que las mujeres que fuimos a Lippstad eramos privilegiadas
pues en la empresa que nos contrató contábamos con una residencia con calefacción
duchas y baños con agua caliente nos hacia la comida un cocinero español, en fin muy bien.
eso si el viaje de ida lo recuerdo mucho, era la despedida de lo conocido para llegar a un
país desconocido y claro en esos tiempos en España eramos muy dependientes de la familia
y la separación era dolorosa.
Lo que mas me marcó fue la llegada a la estación de Kolonia, en el tren nos habían dado
una etiqueta con el numero que nos correspondía y a esperar en los andenes, con mucho frió
pues era febrero. Así nos fueron repartiendo para las distintas ciudades en que nos habían
contratado.
Desde luego pienso que la memoria es muy selectiva y casi siempre nos olvidamos de que fuimos un país a tope ( como dicen ahora) de emigración igual al extranjero que por las distintas comunidades de aquella España, somos muchos los que no estamos en los sitios de nuestros orígenes. Ahora miramos a los emigrantes que vienen a nuestro país con desprecio. Tendríamos
Desde luego pienso que la memoria es muy selectiva y casi siempre nos olvidamos de que fuimos un país a tope ( como dicen ahora) de emigración igual al extranjero que por las distintas comunidades de aquella España, somos muchos los que no estamos en los sitios de nuestros orígenes. Ahora miramos a los emigrantes que vienen a nuestro país con desprecio. Tendríamos
que pensar que también ellos sufren de tener que dejar sus hogares para mejorar su nivel de vida